Mis 5 centavos: Costes
Cuando una empresa habla de reducir costes ya pueden echarse a temblar trabajadores y consumidores.
Reducir costes viene a significar: “Queremos ganar más dinero y nuestra estrategia pasa por pagar menos y vender lo mismo pero peor”. Ya ven, dos líneas para resumir lo que otro les vendería en un tocho de 300 páginas titulado: “Mata al cerdo que se ha llevado tu queso“.
En los vuelos comerciales quitan una aceituna de la ensalada y se ahorran una pasta al año, luego quitan directamente la ensalada, el periódico, ¿un salvavidas por persona?, ¿para qué?, si nos estrellamos vamos a palmar todos. Sale más rentable pagar las indemnizaciones que arreglar defectos o gastar dinero en “complementos”. Y así con cada una de las cosas donde se pueden ahorrar pasta. No obstante, todos esos servicios que quitan son valor añadido, pero se eliminan porque han caido en la trampa de la masificación del servicio. Una vez que la masa llega a ser el target objetivo de las empresas todo se va a la mierda, porque se busca el precio más bajo y eso implica necesariamente rebajar la calidad de lo ofrecido (inserte aquí su chiste sobre Wii). Y entonces, dónde quedan todos esos MBA´s, esas carreras y toda la parafernalia de los ejecutivos, si se trata de gastar menos para ganar más, cualquier ama de casa sabe hacerlo y ya saben que, en casa, lo importante es que los niños se coman la comida, aunque toda ella tenga las etiquetas en chino.
Parece que nos hemos acostumbrado a aceptar ciertas cosas como inevitables, a aceptar la mala calidad de un servicio, a aceptar que las cosas son como son y que si algo adquirido falla es sencillamente porque es mas barato que otro producto. Estamos yendo hacia un modelo de cabreo perpetuo, hacia la aceptación de la degradación y eso empieza en cualquier bar, cuando el camarero te atiende mal y tarde, cuando la sopa está fría, cuando la maquina expendedora de la estación no funciona, cuando tu coche falla a los 5000km, …
Las distribuidoras de videojuegos no iban a ser menos y aprovechándose de la corriente hippy y ecologista de finales del s.XX decidieron cargarse los manuales impresos y las cajas de cartón.
Que te vendan un juego en una caja DVD porque así se salva un árbol es lo mismo que decir: “compra 4 listones de madera, transpórtalos y móntate tu los muebles que así te sale más barato”. ¿Qué pasa?. ¿Acaso no mueren árboles por fabricar cajas de DVD?. La opción lógica hubiera sido plantar un árbol por cada caja de cartón que se hiciera y por cada manual de simulador de vuelo que se imprimiera.
Lo cierto es que la adopción del formato DVD permite transportar más juegos en un mismo container. Así que reducimos coste en embalaje y distribución, esta es la única verdad, que mueran más o menos árboles o que los monos no tengan donde agarrarse les importa una mierda.
Porque lo cierto es que los juegos valen lo mismo y encima el envoltorio es peor y el contenido es más parco que un futbolista en una rueda de prensa.
El colmo de la tacañería lo encabezan Valve y Sierra por el HL2, en todas sus ediciones, incluida una roñosa coleccionista.
Parece que las compañías quieren al igual que la industria discográfica, grabar su single de 3 minutos y forrarse a vender politonos antes de que se descubra que están produciendo mierda a granel. Pero el ciclo vital de un juego no tienen porque ser de 3 meses, si es bueno, se venderá incluso años después de su lanzamiento. Pretender recuperar la inversión en el primer mes de venta, sólo acarrea pésima presentación y pésimo acabado. Y aquí no pinta nada la piratería.
Y ojo, que a mi me da lo mismo la cantidad de mierda que salga al mercado, siempre habrá gustos para todos, pero lo que es inconcebible es que los compradores hayamos renunciado tan ricamente a un envoltorio cuidado y a una presentación acorde con lo que pagamos. Porque si al final lo que cuenta es lo que va dentro del DVD pues para qué gastarse el dinero en el continente. Señores distribuidores, cuidado no sea que al final eso del Steam vaya a funcionar de verdad.
Si pago 5€ por una versión de la “Jungla de Cristal 3″ no espero que venga con 2 discos, un montón de extras, un póster a todo color y una loción contra la calvicie. Pero si pago 50€ por un juego, espero que no me obliguen a leerme un pdf de 152 páginas o a gastar mi tinta y mis folios para imprimirlo, espero que me den unas instrucciones que me permitan saber cómo se manejan los muñequitos, espero una caja de DVD doble o triple llegado el caso y no 5 cd´s uno encima del otro, porque eso si que me hace llorar, de lejos, pero llorar al fin y al cabo.
No se puede cargar contra una parte del problema:piratería, y al mismo tiempo tratar con desprecio a los consumidores que pagan por tus productos. Es triste sacar un buen juego con una buena presentación y a un precio razonable y que te pirateen, pero es que esto pasará siempre, hay que pensar en los que compran el juego y lo disfrutan y lo comentan y las ventas que eso puede reportarte, en vez de llorar por el dinero que no has ganado y que, de todas maneras, no ibas a ver. Si no existiera Internet, probablemente, tu juego no se hubiera difundido tanto, ni hubiera vendido tanto.
Todo el continente forma parte del mismo juego. Si no, las distribuidoras qué razón de ser tienen, y los mayoristas, y los intermediarios para qué existen si lo importante es el juego. Mándenmelo en un sobre y ya pago yo los portes o mejor aún, me lo bajo de Internet pagando. Si quieren seguir manteniendo el negocio, dejen de maltratar a quienes les dan de comer.
Pero tampoco nos vamos a engañar, antes había igual que hoy juegos con presentaciones de espanto porque la pasta no daba para más y punto, y se sabía, pero también sabíamos cuando estábamos ante una obra maestra aunque se vendiera metida entre dos rebanadas de pan Bimbo (Richard Garriot vendía el primer Ultima (menudo juego de palabras) metido en un sobre naranja). Hoy hay muchas compañías, mucho mercado y no es posible analizar todo lo que sale, luego siempre nos podrán dar gato por liebre, pero lo que antes era: “mirad no tenemos dinero para el envoltorio”, hoy es: “mirad no nos vamos a gastar dinero en la caja porque la piratería nos mata de hambre y además, tenemos que pagar a las revistas y tal”.
Toda esta moda ecológica y anticalentamiento global no es más que la enésima excusa del mercado para volver a subir precios una vez que se ha tocado fondo en calidad y servicio y no se puede vender mas barato, hay que ofrecer algo distinto para que no se vaya todo a tomar por culo, así que nos diferenciamos de la competencia porque nuestro coche en vez de contaminar más, contamina algo menos, y ¡toma ya! 3000€ más caro. La competencia te regala las patatas con el Mac Menú, bueno, nosotros utilizamos envasas de cartón reciclado que fabrican niños famélicos de grandes ojos negros en la India, como molamos, eso sí, 1€ mas caro tu menú infantil.
La lastima es que se habla de valor añadido refiriéndose a que un risoto te cueste 200€ porque Ferran Adrià ha criogenizado el arroz para dotarlo de la misma consistencia que unos cereales reveníos, o que una camiseta valga 100€ porque Madonna le cambió los pañales encima a uno de tantos negritos que ha raptado. Y eso sólo es el nuevo consumismo para los nuevos esnobs de nuestra era.
Y la industria del videojuego hace lo mismo, te casca un programador estrella, un motor 3d comprado a golpe de talonario, un online cutre, una presentación en un feria con medio calendario playboy y listo ya podemos vender lo que sea y sinceramente, si John “sexy” Romero no pudo colar su Daikatana, no vemos porque iban a poderlo los demás, máxime cuando su índice de ajaridad es nulo. Pues bien, la clave es el tempo, Daikatana se adelantó a su época, si Romero y cia hubiesen esperado 6 años mas se hubiesen hinchado a vender, porque podrían haber hablado de motores 3d ecológicos, podrían haber donado parte de los beneficios a tolerantes sin fronteras e incluso podrían haber vendido el juego en un cd hecho de soja, podrían haber sido el Steve Jobs de los pc´s, podrían haber desarrollado para la next-gen, podrían haberse hecho fotos con Paris Hilton o Keira Knightley, sin embargo nada de esto pasó y la industria se ha tenido que agarrar al producto estrella: Spore, pero resulta que los betatesters se dedicaban a exterminar a las otras razas y claro, eso no era ecológicamente sostenible, así que caparon las opciones de muerte y destrucción y al final cancelararán el juego porque les va a quedar un tamagochi.
La verdad es esta: La reducción de costes crea productos baratos y, sobretodo, malos de solemnidad. Y ya no es sólo porque los que fabriquen el producto o lo sirvan cobren poco, es que los consumidores también cobran poco, el único que se engorda es el hijodeputa que te ha jodido una aceituna de la ensalada.
Y la otra verdad es esta: que un producto sea caro no significa que sea bueno, es que probablemente Victoria Beckham tiene uno igual.
¿Quién se cargó los comentarios? xD
Toy bastante de acuerdo, si reducen costes que reduzcan tambien los precios, entiendo que en las series economicas no me venga el manual en papel y sí en .pdf, pero que no me venga en un juego por el que he pagado 50 euros clama al cielo, pero sabes una cosa… hace mucho que no me gasto 50 euros en el juego, prefiero la ditribución distribuida por mi miles de amigos anononimos de todo el mundo.
Genial, Sr. Verde. Es usted todo un poeta.
A mi me da pena lo de los manuales. Lo que mola irse a cagar con el manual antes de poner el juego a funcionar
¿Y por que te linka University Updaye y pone como título «Paris Hilton»?
Impresionante artículo.
Bien podría servir de contra caso de estudio en uno de estos MBA tan de moda…
Que razón tiene. Es triste pero cierto.
Completamente de acuerdo.
Por eso pocos juegos compro… sólo los que realmente vale la pena.