LIFE IS PEACHY (Ajare moments)

Al ver el anuncio de esa bebida de cola que no es Pepsi, en el cual hacen referencia a toda una generación que ahora debe estar en la treintena, no he podido evitar fijarme en los temas de conversación de los nacidos en los ´70. Si quieren, ustedes también pueden hacerlo, es fácil reconocer a alguien que ha abandonado la veintena: tiene más pelos en la cara que en la cabeza.

Si ven a un grupo reunido en un bar, no lo duden, son presa fácil, imagine que es reportero del tomate, pero que aún conserva escrúpulos. Acérquese sigilosamente y ponga la oreja, no hace falta que tome nota de nada, los temas siempre se irán repitiendo.

–Dibujos animados: este tema puede dar para dos horas de conversación fácilmente. El camarero experto procurará que los tertulianos no dejen en ningún momento de ingerir alcohol, con suerte el coma etílico llegará antes de que alguien cante «La aldea del Arce».

-Tetas: un respeto a los que se hacían pajas en CGA. Se les reconoce por las 15 dioptrías en cada ojo. Cuando se mencione a Sabrina y Cicciolina deje de escuchar.

-Fútbol: ¿Hay algo más triste que pelearse por quién ganará la liga de este año? Sí, discutir por las ligas perdidas del Madrid en Tenerife o llevar un cromo de Calleja en la cartera.

-Cine: Aunque en GamesAjare consideramos que el cine de acción y el de aventuras de los ´80 suponen la cumbre cinematográfica por excelencia, nunca, por ningún motivo, permanezca al lado de alguien que se sepa de memoria los diálogos de «Conan el Bárbaro».

-Música: Nunca reconocerán que tenían todos los discos de Mecano.

-Videojuegos: Pocas expresiones artísticas han tenido un calado tan hondo en esta generación como los videojuegos. Cuatro treintañeros pueden pasar 6 horas en un bar sin consumir nada hablando exclusivamente del R-Type, con el agravante de que han tenido que esperar al MAME para poder terminarlo. Créannos, el suicidio es una opción totalmente legítima en estos casos.

Sin embargo, resulta delicioso oírles señalar aquellos momentos videojueguiles que permanecen en su memoria. No les pregunte cómo se calcula a pelo la raíz cuadrada de 16, eso lo olvidaron la segunda semana de Universidad. Mejor pregunte por esas escenas que no pueden quitarse de la cabeza y con las que sueñan mientras duermen en una cama de matrimonio con un cuadro de Sorolla colgado en la cabecera.

La mía:

P.D: puede parecer la teta izquierda de Carmen de Mairena. Ojalá lo hubiera sido.
Y a ustedes, ¿sueñan los lectores de GamesAjare con fantasmas virtuales?