Hay muchos videojuegos que me gustaría protagonizar, y en casi todos ellos el prota acaba mojando el churro no una sino varias veces. Lamentablemente como las condiciones que nos impone Mr Fucksia son las de tener que realizar la inmersión con nuestro propio cuerpo, filias y fobias, creo que mis aventuras como Fucker albino, algo en lo que mi pelo ya se está esforzando, o comandante de la Normandía iban a acabar antes siquiera de terminar el tutorial. Dándole muchas vueltas creo que solo valgo para protagonista de la serie Trópico pues tantos años de democracia bajo la presidencia de inútiles, peligrosos ególatras, y ladrones egoistas me han agilipollao hasta el punto de preguntarme si no viviriamos mejor con una dictadura ilustrada, ilustrada por mi a ser posible.
Dicen que el poder corrompe y te cambia, por eso no estoy seguro de como sería mi mandato, pero auguro que sería breve, sangriento e injusto. Sobre todo para los que ahora creen que las leyes les amparan y que sus delitos de guante blanco que prescriben a los pocos años no merecen duras condenas. Bajo mi yugo ningún delito prescribe hasta que lo hagan sus consecuencias, la no retroactividad no está por encima del sentido común y no necesito deportistas ni directivos estrella, me basta con que sean medianamente competentes en su trabajo y sobre todo honrados.
Como comprenderéis con este programa electoral lo de JFK iba a ser una simple broma de mal gusto, mi cuerpo acabaría como un colador, espero que al menos tomase mi relevo otra persona normal.
Personalmente, me encantaría tomar el papel de Edge en Panzer Dragoon Saga. Vale, al principio del juego le pegan un tiro y no debe ser agradable, pero luego tiene el privilegio de poder viajar por su mundo a lomos de un dragón. Y no uno cualquiera, sino uno que puede metamorfosear y que se comunica con telepatía. Riete tú de los Power Rangers y su tecnología de mierda.
Además, conocería a una chati que al principio quiere acabar conmigo, y que luego se vuelve loquita por mis huesos… aunque sea más rara que Lady Gaga, pero no se puede tener todo. ¿He dicho ya que tendría un dragón de la hostia?
Comodón que es uno se me pone muy difícil elegir entre tanto trajín que se traen en el «mundillo del videojuego». Lo mio es más de campo en la ciudad. Tanto salto, tanto tiro, tantos JRAFICAZORLS ¿Para qué? Todo es un correr sin sentido y una angustia tremenda por aquello de no ver la pantalla de «game over» más temprano que tarde. Un sinvivir.
Como no hay ningún videojuego protagonizado por un pedrusco que NO HAGA NADA, y puestos a mojarnos, diré que, «croosovers» mediante, desearía ser el champiñón de Botanicula jugando con la chimenea de Little Inferno ¡Ah la comodidad del hogar y el cuquismo intramuros! El resto de lo que les cuenten los señores de colores es todo mentira.
Ojalá pudiera vivir en el Target Renegade. Obviamente, sólo durante una partida y sin importarme morir al acabar. No es que yo sea una persona violenta, de hecho, de momento no me he peleado ni una vez en mi vida y las únicas dos ostias bien dadas que he soltado, se las calcé a mi mejor amigo, por idiota. He tenido algunas oportunidades para acabar envuelto en jaleos, pero por algún motivo, las cosas nunca pasaron a mayores. No tengo una idea clara de por qué, aunque imagino que es porque todavía no me he topado con alguien lo suficientemente colgado como para ir más allá de intentar patéticos empujones. No soy un tío especialmente alto, ni musculado, ni tengo una actitud chunga, de hecho, gran parte de mi adolescencia la pasé llevando unas gafas tremendas, lo cual ya debería haberme hecho merecedor de unas cuantas guantadas a mano cambiada, pero no sucedió nada de eso. De hecho, pasé por el instituto sin broncas reseñables.
Es posible que esta falta de ostias en mi vida haya propiciado una acumulación de testosterona que está pidiendo con insistencia ser liberada. A medida que he ido creciendo, he ido conociendo a demasiados estúpidos, engreídos, arrogantes, borrachos, puteros y mentirosos, como para no saber que es necesario que mi cuota de ostias sea repartida. Hay gente por ahí que va viviendo la vida sin haber probado mis nudillos.
Me gustaría vivir en el mundo de SPACECHEM. Me gustaría ser entrenado por profesionales que no tienen ni puta idea de cómo enseñar, obligándote a adivinar como funciona todo por ti mismo. Me gustaría que además lo poco que me enseñaran no me sirviera para absolutamente nada y que las cosas realmente útiles las ocultaran sin motivo alguno. Me gustaría que después de enseñarme NADA me destinaran a tomar por culo a trabajar para una gran corporación que se forra gracias a mi esfuerzo y que además allí tuviera que partir prácticamente de cero porque lo poco que había aprendido hasta entonces no me era útil en absoluto. Me gustaría que mi trabajo fuera absolutamente desquiciante y me obligara a abandonarlo cada poco tiempo para tratar de oxigenar el cerebro. Además me encantaría que todos mis esfuerzos se vieran comparados con el resto de mis compañeros de trabajo con curvas y gráficos de desempeño que me dieran mucha vergüenza ajena por evidenciar permanentemente delante de todo el mundo lo subnormal que soy.
Un momento ¡Pero si yo ya vivo en el mundo de SPACECHEM!
Y vosotros también.
Me gustaría vivir en el mundo del Profesor Layton ya que me gustan los puzzles y se me dan bastante bien.
En ese mundo, los puzzles son como la moneda de cambio, la llave que abre todas las puertas, así que resumiendo, sería el puto amo…
Ejemplo número 1 : voy a una discoteca y hablo con una chica. En el mundo real ni me miraría porque no tengo tableta de chocolate, ropa de marca ni llavero de BMW asomando por el pantalón del bolsillo. En el mundo de Layton sería tan sencillo como resolver algún puzzle que tenga que ver con chupitos.
Ejemplo número 2 : voy al ayuntamiento a hacer algún papeleo. En el mundo real, el funcionario se marcha a tomar un café de hora y media justo cuando toca mi turno. Cuando vuelve me manda volver el día siguiente por que me falta la fotocopia del DNI. En el mundo de Layton me haría el papeleo por que le solucionaría un puzzle de como encadenar la baja por una luxación que se hizo esquiando en Navidades con las vacaciones de Semana Santa con una excedencia hasta julio con las vacaciones de Agosto.
Ejemplo número 3 : cualquier situación contrareloj. En el mundo real, y gracias a nuestro querido Murphy (cagüentusmuertos) lo más probable es que no te de tiempo a hacer eso tan importante y crítico. En el mundo de Layton cualquier momento es bueno para acordarte de un buen puzzle (como quien se acuerda de un buen chiste) y de comentarlo con tus compañeros. Total, esa bomba con cuenta atrás puede esperar, no hay ninguna prisa.
Me gustaría protagonizar Los Sims. Me compré la primera entrega cuando salió y lo disfruté mucho durante un día, como el Black & White vamos. Eso sí, fue un día muy intenso. Intenté formar una familia feliz, pero vaya desastre, vaya desgracias personales, el niño quemado en un cuarto sin ventanas, flirteando con la vecina… bueno un auténtico horror.
Hubo una partida estupenda. Todo salió muy bien porque era yo, mi yo perfecto. En la misma casa convivía con mis dos esposas apropiadamente vestidas de cuero negro. Pasaba el día entero en el sofá viendo la tele, tirado y durmiendo en el sofá, sin trabajar ni dar un palo al agua. Era mantenido por ellas, iban a trabajar, se encargaban de las labores del hogar, etc. Creo que una de ellas era militar. Éramos un trío
Pero tras cumplir todos deseos más importantes de mi vida en el plano videojueguil terminé aburrido y cansado. Sin sorpresas, alegrías ni infortunios. Eso no era vida, lo cual me dió para pensar bastante, hasta hoy por lo menos XD
… pero no el personajillo que esquiaba, no. Sino el YETI QUE SALIA Y LOS DEGLUTÍA.
Porque ese entrañable bichejo tiene todo lo que un simple mortal como yo puede añorar en esta miserable vida: una caida de ojos preciosa, un pelazo de folklórica y una pasmosa facilidad para masticar y digerir esquiadores pijos en Baqueira (nainonaiiinonaaaaa…).
Si ya lo dice la cantinela popular: «La vida del Yeti es la vida mejooor…»
Yo voy a lo directo. Me gustaría protagonizar Deus Ex: Human Revolution porque Jensen es un MEGAFUCKER. La putada sería pasar por el primer tramo del juego, con la miriada de hostias que me llevaría y estar más en la mesa de operaciones que en casa, pero ¿luego? EL DESPIPORRE, AMIGOS: K.O.s de un solo mantecao, radar, invisibilidad, coger una nevera y tirársela a la gente, soltarle un meco a Sarif because reasons… Y todo esto en un ambiente neo-noir que me apasiona. Todo son ventajas.
En mi caso y teniendo en cuenta mis capacidades intelectuales, físicas, así como contactos… tengo claro que me gustaría protagonizar Maniac Mansion, concretamente la versión de NES y en el papel de Syd, llevándome de compañeros a Dave y el negro, interpretados respectivamente por JJ y Catalán, un soldado español, amigo de éste y destinado en Afganistán.
El objetivo es claro. Un tecnócrata, que responde al nombre de Doctor Fred, ha secuestrado a la novia de JJ y eso es algo que en el estado 51 no toleramos. Por lo que raudos y veloces hacemos caso omiso a lo que dicta la constitución y picamos a casa de la madre de JJ. Allí recogemos lo imprescindible: hacha de una mano y una granada que JJ se llevó de “recuerdo” de cuando le pagaban por disparar a civiles o lo que toque. Como nos pillaba de camino pasé por casa y cogí mi escopeta bug a salt, la cual dispara sal… y a los ojos si apuntas bien. Catalán, no sabemos el porqué, ya venía con un mini táser.
La forma de acometer la operación es aún más clara. Picamos al timbre 26 veces, no hizo falta la 27 pues oíamos cómo se acercaba un tal Ed soltando improperios sobre el servicio de mensajería, y cuando estaba a punto de abrir, Catalán reventó de una patada frontal la puerta. Todo esto ante el estupor de lo que parecía el hijo del dueño de la casa. Ante los gritos por parte mía de “¿Dónde está Sandy, Dónde está Sandy” y al no recibir apenas información, Catalán le dio con un táser en la garganta para que se calle. Siendo sincero desconozco si eso es peligroso o no, pero me fío de la experiencia en combate por parte de Catalán.
Nada más caer Ed redondo al suelo apareció una señora vestida con un cosplay de enfermera, de nombre Edna, y que ante la visión de 3 adolescentes con equipamiento paramilitar allanando su casa, mención aparte a su hijo inconsciente, hizo ademán de llamar a la policía. En realidad no sabíamos a quién iba a llamar, pues no llegó a marcar ningún número al dispararle a bocajarro sal adulterada… lo que viene a ser cocaína + pimienta. A la futurible pregunta de por qué no usar la munición homologada para la escopeta, decir que partiendo de la base de que estamos asaltando una casa, como que me suda los cojones ya todo.
Recapitulemos… 2 residentes inconscientes, bueno, unos más que otros. Y ahora comienza lo fácil: ir habitación por habitación recogiendo todo lo que nos encontremos y que pese menos de 500 gramos. A modo de anécdota comentar que durante el proceso JJ se bajó a patadas de giro, lo que parecían ser, 2 tentáculos de metro y medio.
2 horas más tarde y ante la frustración de no encontrar a la novia de JJ y/o ningún puzle que se pudiera resolver por pensamiento metalúdico, éste empezó a empujar todo lo que viera y probar todo lo que habíamos robado con todo. Siguiendo ese método terminamos en un calabozo con una puerta blindada, y un password a introducir. Eran 4 dígitos, así que la forma a actuar estaba bien clara: tras probar 9999 permutaciones la suerte nos sonrió y tuvimos acceso al laboratorio secreto. A raíz de meter 10000 – 1 permutaciones, parando periódicamente para disparar a bocajarro con la escopeta a la familia del Doctor Fred, la sensación de algarabía + estrés creció, digamos que en exceso: JJ que, hasta ahora, tampoco es que hubiera hecho mucho por su novia, le clavó el hacha en la cabeza a lo primero que se puso en su camino (un tentáculo, creemos) y al Doctor le metió la granada en la boca. Tal acto de heroísmo, aparte de excitar a Sandy, logró que el bueno de Fred nos tomara en serio, y decidiera no denunciarnos.
La moraleja que tenemos que sacar de esta historia, es que no son las armas las que matan, son los jugadores de rol frustrados.