EL PLACER DE PENSAR: TOKI TORI 2+ (ANALISIS)
La evolución y la selección natural son las que han moldeado a todo bicho viviente para que siga en ese estado el máximo tiempo posible, y mejor si es procreando. De ahí las terribles ganas de follar que todos tenemos, y el premio orgásmico que obtenemos al hacerlo. La naturaleza no entiende de bondad o maldad, solo si estamos haciendo lo que se supone debemos hacer en cuyo caso nos recompensa con placer, o lo contrario castigándonos con dolor. Es super efectivo.
El ser humano en concreto es un bicho con capacidades físicas bastante patéticas en comparación con el resto de seres de este planeta, con la excepción del oso panda, los perezosos y los koalas, y estaría condenado a la extinción si no hubiera desarrollado su herramienta mas poderosa: la inteligencia, aunque al paso que vamos probablemente también sea lo que finalmente acabe con nosotros.
Toda esta digresión viene porque estoy seguro que la naturaleza en su infinita sabiduría nos recompensa cuando ejercemos correctamente dicha inteligencia, que está enfocada principalmente en resolver problemas y predecir resultados futuros. El gustazo que da encontrar una solución y ver que algo se comporta como habíamos imaginado tiene el mismo origen que el placer de comer, dormir y otras actividades y necesidades físicas más privadas. Y como ellas creo que es algo universal, común a todo ser humano, aunque de un carácter más elevado por ser algo que nos distingue del resto de animales. Claro que si no logramos dar con la solución también es algo más frustrante por el mismo motivo.
Puedo aceptar que no soy capaz de correr 100 metros a 36km/h porque no es algo que se supone que pueda hacer un ser humano, o que alguien me casque headshots en décimas de segundo, porque jamás alcanzará la precisión y reflejos de un gato. Pero que alguien me gane en una partida de ajedrez me hiere en lo más íntimo. Me jode tanto que prefiero no jugar.
Por eso comprendo perfectamente el miedo que da enfrentarse a un juego de puzles. Y la pereza que da porque pensar es lo más cansado que se puede hacer delante de un ordenador… con las dos manos sobre la mesa. Pero renunciar a ellos supone renunciar a un placer que ningún otro tipo de juego te proporcionará y que te acercará más a realizarte como persona en lugar de a un robot de puntería y velocidad inhumana.
Por dura que sea la vida de Toki Tori puede sentirse afortunado de que en su juego no aparezca ni un solo humano.
Si aceptas el reto deja que te presente el mejor juego de puzles de soluciones cerradas, es decir que son las que son y no se puede improvisar, que he tenido el placer de jugar: Toki Tori 2.
Lo primero que sorprende de Toki Tori 2 es lo directo que es. Me refiero a que no tiene ni secuencia introductoria ni menú. Es arrancarlo y entrar directamente al meollo. Toda una declaración de intenciones ya que todo en este juego está diseñado para que el jugador lo descubra por si mismo. Sin tutoriales ni ayudas, solo mediante la observación. Es tan espartano que sólo tras acabarlo me di cuenta que hay un menú donde configurar las teclas y que la cámara puede desplazarse un poco, lo cual hubiera ayudado a resolver alguno de sus puzles.
En Toki Tori 2 manejamos al que probablemente sea el personaje de videojuegos más torpe e inútil de la historia de este medio: un pollito. El pollito no vuela, no salta, no nada y no tiene ninguna capacidad de ataque o defensa. Únicamente es capaz de silvar y pegar pisotones. Y con sólo esos dos superpoderes deberá arreglárselas para regresar a su pueblo y acabar con lo que lo amenaza.
En su camino se interpodrán obstáculos como pájaros sobreprotectores, ríos de lava o los más peligrosos y abundantes de todos: escalones. Para superarlos habrá que combinar sus dos destrezas con la fauna y flora local, aprendiendo previamente como responden a nuestras habilidades. El ejemplo más simple son unos cangrejos ermitaño que viven dentro de ciertos bloques, si oyen nuestros silbidos se acercarán, y si pisoteamos cerca de ellos se alejarán.
Otro de los seres más habituales son unas ranas que al comerse ciertos bichos quedan empachadas y quietas esperando a que peguemos un pisotón cerca de ellas, momento en el que soltaran una burbuja en la que podremos meternos y así superar los temidos escalones.
Aprendereis a amar y odiar a estas ranas y su comida favorita: los bichos rosas.
Así nuestra labor será aprender cómo reaccionan todos esos seres ante nuestras acciones y las interacciones entre ellos mismos para poder avanzar. Algo que no resulta diferente de otros cientos juegos de puzle parecidos. Pero lo que distingue a Toki Tori 2 es la calidad, variedad e inteligencia de dichos puzles. Es impresionante el jugo que han sabido sacar a unos mimbres tan exiguos. Tras superar docenas de puzles con ranas, cuando crees que ya no hay situación que se te pueda atragantar, te aseguro que el próximo puzle que encuentres te demostrará lo equivocado que estabas, y así continuamente.
Este juego es un no parar de situaciones nuevas, muchas veces con elementos ya conocidos que primero creerás imposibles, después empezarás a plantear acercamientos y cuando finalmente cuando encuentres la solución sentirás una alegría y alivio inmensos, a la vez que te sorprenderá la inteligencia de quien haya sido capaz de idear estos obstáculos.
Y aunque el juego es bastante difícil, si algún puzle se resistiera, siempre se puede tratar de avanzar por otro camino del mundo abierto en el que se desarrolla mientras esperas a que surja la inspiración para seguir avanzando o para alcanzar ese coleccionable que parece inaccesible. Es en la obtención de estos coleccionables donde se encuentran los puzles más difíciles, pero también es mayor la satisfacción al superarlos. Es sorprendente también descubrir como en más de una ocasión los puzles se superponen y/o comparten elementos, en lugar de las estancas cámaras de Portal o The Swapper por poner unos ejemplos
Afortunadamente dispondremos de cierta ayuda para trasladarnos entre zonas siempre que las hayamos desbloqueado. Fiel a su estilo el mapa es tambien plenamente jugable.
Con todo esto que he nombrado Toki Tori 2 ya sería un juego más que recomendable, sin embargo tiene algo que lo distingue de todos los juegos de mundo abierto que conozco. Por desgracia no puedo comentarlo porque es algo que cuando te das cuenta te vuela literalmente la cabeza. Y no, está vez no estoy hablando del típico giro de guion, sino de algo imbricado en su jugabilidad. Es algo que está ahí desde el principio, aunque no se vea directamente. Y no son pajas mentales mías. Gelocatil, que algo sabe de puzles, dejó que lo descubriera por mi mismo, y lo hice, y posteriormente he leído análisis que también lo señalan como algo totalmente innovador. Si alguno de vosotros se decidiera a jugarlo, que es la finalidad última de este análisis estaría encantado de comentarlo con vosotros una vez os hayáis dado cuenta de lo que es.
Sin embargo Toki Tori 2 no está exento de fallos, el principal de ellos es que durante la resolución de sus puzles es posible llegar a un callejón sin salida que obligue a volver al último checkpoint. El problema no es reconocer estas situaciones ya que suelen ser evidentes, no es como los juegos de King Quest o Darkseed, sino que la resolución de estos puzles muchas veces es larga, laboriosa, con muchos pasos intermedios y en ocasiones requiere habilidad. Por ello tener que repetirlo todo resulta pesado.
Otra cosa curiosa es que a pesar de que dispone de editor de niveles, al menos en la versión de PC (tambien está disponible para Wii U) no parece que haya tenido mucha aceptación, ni por parte de los creadores ni de los jugadores, ni por mi mismo. No se cual será la razón del resto pero la mía la tengo clara: hay dos posibilidades, que los puzzles planteados por los jugadores sean más fáciles que los originales dejándome insatisfecho, o aún más dificiles, dejándome exahusto, en todo caso es innegable que tras acabar Toki Tori 2 con todos sus coleccionables tu cerebro pide unas vacaciones.
No todo el juego se desarrolla en paradisiacos escenarios, y el mundo está cohesionado de igual manera que dark souls, lo que se ve al fondo de cada pantalla puede alcanzarse.
En definitiva Toki Tori 2 es un juego que ningún jugador amante de los puzles debería dejar pasar. Jugarlo es el mejor tributo que podemos rendir a sus creadores, porque para salvar su compañía, que cerró ante las flojas ventas de esta cumbre del género y un desarrollo más largo de lo esperado, llegamos un poco tarde. Nunca me perdonaré no haber hecho más caso al juego y sus creadores a los que vi en persona en un evento que se celebró hace un par de años en la Ciudad de la Imagen (Madrid) patrocinado por Nintendo. Fue el mismo día que conocí a Franfistro (UnEpic) y aquél colorido juego en el que se manejaba un pollito no me llamó la atención. No cometáis el mismo error. Un ejemplo más de que aunque nos duela en la industria del videojuego el marketing es tan o más importante que el desarrollo.
Nota: 8 ajares.
Te gustará si:
– Te gusta pensar y descubrir las cosas por ti mismo, sin que haya un puto clip a tu lado diciéndote continuamente lo que has de hacer.
– Sientes curiosidad sobre como se puede salvar el mundo a base de silbidos y pisotones.
– Te dan pena los pobres e indefensos pollitos tratados por inhumanos robots diseñados por inhumanas personas.
No te gustará si:
– Te rindes ante las dificultades.
– Cuando piensas en gallináceos y videojuegos lo primero que se te viene a la mente es Turulato’s Revenge.
– Lo segundo que te viene a la mente son las filias zoofilicas de Andresito. (Andresito el PJ creado por Mr Orange, no Andresito el del Pixel Ilustre)