ANALISIS-DIS: MONSTER HUNTER FREEDOM 2
Dicen que errar es de humanos y rectificar de sabios, pues con éste juego debo de haber ganado algún punto en sabiduría pues son varias las ocasiones en las que lo he criticado, y sin embargo la semanita que he estado de vacaciones en Soria, capital mundial del ocio, le he estado dando duro al Monster Hunter Freedom 2 (MH), y me ha enganchado el jodío.
MH es un beat’em up con toques roleros y tácticos. En el encarnamos a un cazador que llega de rebote (literalmente) a una aldea asediada por miles y miles de monstruos de todos los colores y tamaños, cuyos habitantes en lugar de huir a un lugar más tranquilo deciden quedarse confiando en ti para que liquides a los bichejos que les rodean a cambio de unas pelillas y lo que puedas sacar del despiece de los animalejos.
Aviso: este análisis tiene párrafos de violencia y gore…
Para ello dispones desde el principio de los 11 tipos de armas existentes en el juego, desde la típica espada con escudo, pasando por espadas de tamaños imposibles excepto para Cloud Strife, Zabuza Momochi y tú, arcos, ballestas, lanzas, martillos y una original flauta con maza incorporada pues todo el mundo sabe que la música aostia a las fieras.
El juego tiene toques roleros porque con los materiales que encuentres por el campo, flores, bichos, setas, y con lo que obtengas tras destripar a los monstruos podrás ir creando y mejorando tus armas y armaduras, siendo ésta la única vía de mejorar a tu personaje, que tiene limitado su nivel a 1, y no mejorará por si mismo ni un ápice por mucho que lo entrenes.
Es increíble la variedad de materiales que se encuentran y la cantidad de armas, armaduras, municiones y pociones que puedes manufacturar. Si a todo esto le unes que las armaduras te pueden dar habilidades como mayor vida, resistencia al calor del desierto, afilar la espadas mas rápidamente, mayor resistencia física para correr o realizar esquives, obtienes la parte táctica del asunto. La preparación de la batalla es tan importante como la batalla en sí y es que este juego es duro, muy duro amigos.
El oficio de cazador es muy duro, y despues de tanta matanza se agradece una duchita.
Ya desde el comienzo es duro, pues tiene un tutorial soporífero que pocos soportarán, y es que alguien debería decir a los señores de Capcom que los tutoriales además de enseñarte a jugar deben animarte a hacerlo. Si superas esa dura prueba pronto empezaras a realizar misiones y aunque las primeras son sencillas no tardaras en llegar a las que tienen un nivel de dificultad que varía entre difícil y desesperante. Y aunque nunca hay una pantalla de Game Over como tal, cada vez que falles una misión volverás al estado en el que estabas antes de empezarla, recuperando los objetos que usaste, pero perdiendo los que ganaste. De esa manera la única manera de progresar es vencer. Si no vences habrás perdido el tiempo, tiempo que es muy valioso teniendo en cuenta que no es raro que la gente dedique a este juego más de 200 horas.
Pero vencer no es nada sencillo, pues los monstruos a los que se refiere el título del juego son bastante cabrones y no dan tregua, y además nunca están solos, siempre tienen cerca y apoyándoles a la fauna del lugar, y basta un descuido, un picotazo del más insignificante mosquito, para que no te de tiempo a esquivar una embestida del mastodonte que tienes enfrente y encadene una serie de golpes que te deje inconsciente y de vuelta en el campamento base, pero con un intento menos (por la fase que voy se dispone 3), y sin los efectos de las sustancias dopantes que hayas consumido para afrontar mejor la batalla. Los monstruos además son muy variados y con cada uno tendrás que adoptar nuevas tácticas, observar y aprender sus movimientos, quizás escoger un arma diferente… se parece un poco al Shadow of Colossus solo que con más mala ostia y sin rayito divino que señale el punto débil donde clavar el estoque.
No se explica de donde sale tanto bicho. Yo sin embargo tengo mis teorias.
Sin embargo esta dificultad se ve compensada con la satisfacción que da la victoria, y los materiales que obtienes tras descuartizar al odiado enemigo, con los que mejoraras tu armamento para volver a hacerle una visitilla más adelante y enseñarle muy de cerca tu nueva triturimaster 2000.
Para ayudarte en tu recolección de materiales los habitantes de la aldea ponen a tu disposición una granja donde obtener los materiales más comunes y otros no tan comunes según vayas mejorando sus instalaciones. Sin embargo la recogida de elementos en la granja es muy tediosa y creo que Capcom debería poner un botón para recoger automáticamente todos los elementos generados en las minas, huertos, plantaciones de hongos que hayas construido.
Jay y Bob, granjeros. Te yudaran con toda clase de hierbas, hongos y sapos.
Pero si con todo esto no eres capaz de deshollar a alguno de los múltiples engendros que acechan la aldea siempre puedes unir fuerzas con hasta otros 3 cazadores para repartir estopa. Esta posibilidad aun no he podido disfrutarla pero parece muy interesante y puede que hasta obligatoria para vencer a los monstruos de mayor nivel. Lamentablemente el juego no tiene modo “infraestructura”, con lo que para poder jugar en multijugador deberás conocer físicamente a tu compañero, lo cual no está mal pues la colaboración parece necesaria para la victoria, o usar un programa llamado Xlink KAI para jugar por internet como si estuvierais al lado.
Pudiera parecer que no, pero España tiene un gran tradición de cazadores.
Por todo ello Monster Hunter es un gran juego de los de amar u odiar, pero los extremos se tocan y es fácil saltar de un sentimiento a otro según ganes o pierdas batallas.
Nota: 8 ajares.
Te gustará:
– Si te gustan los desafíos.
– Si tienes poco dinero y quieres maximizar las horas de juego por euro.
– Si tienes vocación de peletero / carnicero.
No te gustará:
– Si eres de los que se frustran fácilmente ante las dificultades.
– Si eres de una protectora de animales.
– Si eres de los que arroja la PSP contra el suelo cada vez que pierde.