PRESENTACION DUKE NUKEM FOREVER
Creo que desde la presentación del FIFA 2008 que no volvía a un evento. No sé si porque no nos invitan, porque en Barcelona no se hace nunca nada o porque no me iba bien. Tal vez las tres cosas. Sea como sea, esta vez era diferente. No sólo porque nos hubiera llegado una invitación para asistir, sino porque estamos hablando del lanzamiento de Duke Nukem Forever. Señores, que en mi caso DNF ha estado en desarrollo casi la mitad de mi vida. Me parecía suficiente motivo como para asistir.
Llego media hora tarde al club donde se hacía la presentación. Las puertas cerradas, nadie en la calle y sólo un timbre como posible solución al hecho de que estaba fuera cuando debería estar dentro. Pero ¡oh!, milagro, bajados desde el cielo, un par de ángeles salen del club con un cubata en la mano y vestidos con minifaldas, top, calcetines blancos hasta la rodilla y feromonas por un tubo. Me hacen un repaso de arriba-abajo y como no saben situarme en la misma categoría que todos los que me han precedido hoy, me preguntan con amabilidad: ¿Vienes a la presentación? Yo sonrío primero (esto es importante) y digo: Sí. ¿Me estabais esperando? Risas, alboroto, gozo entre las féminas que, con picardía, me indican que suba hasta el tercer piso.
Es evidente que la rubia me mira a mí.
Al llegar al susodicho, me asomo a una estancia y pregunto por la sala del hype. Una PR de 2K me indica cómo llegar y allá que voy. El speech de Randy Pitchford (CEO de Gearbox) acaba de empezar (Fuck Yeah), así que me pongo al final para no molestar. No obstante, un PR me dice que no, que pase delante que hay sitio. Paso por delante de todos los presentes, me giro para que todo el mundo aprecie (Randy incluido) el HYPE VICTIM y me siento en el suelo. Chupaos esa, pseudoprensa.
Siete fotos nos hicieron y sólo en esta salgo normal.
Empieza el lavado cerebral. Randy vende muy bien el juego aunque use el mismo discurso en todas las ciudades a las que va. La audiencia está dispuesta a reírse con todo, incluso con un tráiler que han visto 100 veces. Randy se pone como loco de contento al ver como la gente se ríe anticipadamente de los chascarrillos de Duke. Y se sienta en el suelo a mi lado. Ya ves, en el puto suelo.
Un fulano se pone a jugar un nivel inédito del DNF. Son 15 minutos de expresiones contenidas, como si estuvieras a punto de correrte, pero pensaras en tu perro atropellado y con las tripas fuera para aguantar un poco más. Sólo que, en este caso, lo que al menos yo me estaba aguantando eran las ganas de decirle a Randy al oído: «Los jraficazors los dejas para la segunda parte, ¿no?» Y él bien que lo sabía porque no dejaba de llamar nuestra atención sobre detalles cachondos del juego. Como un buen mago desvía tu foco de interés hacia un lado mientras por el otro te la mete doblada. Al final tú aplaudes y dejas las cuestiones que te picaban el cerebro para otro día.
Cuando se acaba la exhibición de Duke Nukem haciéndose pequeñito y grande varias veces para poder acceder a distintas partes del nivel, procedemos a ir a otra sala con 8 teles grandes y xboxses. La gente se pone a jugar, otros nos hacemos fotos con las babes. Descubro que están sirviendo Coca-Colas gratis en la barra así que voy y me pido una cerveza. Hablo con la gente de Gameover, de Últimonivel y de Bladefm. Hablaría con más gente, pero no conozco a nadie y tampoco es que se me acerquen a pedirme copias firmadas de los cómics de Giallo.
No lo parece, pero la gente se pegaba por jugar
Me acerco a Randy y le pido que me firme un manual de instrucciones del Brothers in Arms, el tío se emociona (really deep in the heart) y me dice que ese manual lo redactó en gran parte él mismo y empieza a hojearlo. Yo le digo que soy gran fan de la saga y que me parece cojonudo el trabajo artístico que hicieron. Le comento que antes de cagarla con según que preguntas si se haría una foto conmigo, nos hacemos unas pocas (@jonyBcn is da man) y entonces le pregunto que sí alguna vez ha pensado en volver a trabajar con Ken Silverman. Me contesta que la vida es una tómbola, que cada uno hace lo que le gusta, pero que nunca se sabe. Por Broussard no le pregunto porque ya he cotilleado antes que esa pregunta se la han dejado caer y al parecer no hay una respuesta clara.
Always attack. Jodido amo el Sr. Pitchford
Me pido otra cerveza, arramblo con la exquisita comida con la que nos ceban ( aunque sean las sobras que han dejado por la mañana los compañeros de los medios generalistas ;D ) y me pongo a jugar a DNF, al puto DNF. Joer, es que si te paras a pensarlo bien, es una locura. La acción empieza dónde acaba el primero: pateando el culo de un alien en un estadio de fútbol americano. Sin embargo, a la que la cámara se aleja descubrimos que es Duke jugando a su propio videojuego. Aquí se ha roto la cuarta pared, el falso techo y el gotelé se ha venido abajo. El siguiente nivel es con Duke conduciendo de forma lamentable el Duke-móvil para, finalmente, patear el desierto matando a humanos con forma de cerdos.
Randy ha vendido muy bien el juego, se centra en las coñas y en el esfuerzo y pasión que le han puesto. No puede hacer otra cosa porque el juego a nivel técnico es muy justito, llegando a momentos de vergüenza ajena. Y ni te cuento cuando la Xbox petardea y lo que se ve en pantalla no justifica esas bajadas de framerate.
Creo que a la vieja guardia nos hará pasar muy buenos momentos y que por las reviews van a volar ostias. Chicos, que es a nuestro tiempo lo que el Duke Nukem 3D fue al suyo. Gráficos pasables, jugabilidad cojonuda, momentos de mucha risa y carisma a raudales. That’s all.
La idea de que te paguen por ver como un tío mea en un urinario virtual
¡Chupaos esa, pseudoprensa!
¡Grandísimo maese Green!
(¿Ve ahora que si que es el más guapo de la semana? :paje )