NO NOS HAGAN CASO
Hace un tiempo tratamos de debatir en esta casa, si la prensa especializada valía para algo. El que suscribe llegó a la conclusión de que no servía para nada, y a día de hoy me reafirmo en mi opinión sobre todo a sabiendas de que la mayoría de prensa especializada no tiene ningún interés en ser especializada y muchísimo menos prensa; lo que se lleva es el marujeo, la rumorología sin desmentir y en especial tratar de entrar en el círculo del generalismo, porque amigos, ahí es dónde está la pasta.
Y con mucho menos sacrificio. Porque entiéndanlo, si se curran ustedes un análisis súper profesional o artículo de 12 páginas, que ni Dios se va a leer, no van a llegar ustedes a ningún lado, pero si trabajan en, pongamos, el diario de Cuenca y se limitan ustedes a escribir reseñas amables para con todo el mundo de apenas, 7 líneas; ni van a tener problemas con las distribuidoras, ni les van a tachar a ustedes de nada, llegan ustedes a muchísimo más público que cualquier medio especializado (que es lo que se lleva hoy, llegar a mucho público, porque ya saben que hoy en día ya hasta las abuelas juegan y los videojuegos han dejado de ser para frikis) y encima cobran ustedes por su trabajo. Y claro, así a ver quién es el guapo que se pone especialito, pudiendo ser general, con menos quebraderos de cabeza y además ganando dinero.
Y por ello es por lo que tienen ustedes a grandes escritores del medio, escribiendo basuras breves, amigables y agradecidas en medios generalistas. No les miren así, ustedes también lo harían. A fin de cuentas ese ha sido el gran triunfo de las distribuidoras; la crítica, mordaz, necesaria y efectiva finalmente se reduce a «cotos cerrados», pequeños grupos disidentes o lo que comúnmente se viene llamando «pandillas de 4 colgados» como esta para la que escribo y algunos de ustedes leen.
Y dando por muerta y enterrada la crítica «profesional» ¿qué nos queda?. Nos queda la crítica del usuario.
En recientes fechas leía un artículo sobre una desarrolladora de un juego que había escuchado a sus fans y estaba introduciendo en su juego las mejoras propuestas por su comunidad. Y yo me pregunté… pero… a los usuarios… ¿Hay que hacerles caso?
Pues a mi me dice la experiencia que no. O por lo menos no en la mayoría de las ocasiones. Vamos, que depende, pero que en la mayoría de las ocasiones no y efectivamente tampoco.
¿Se imaginan ustedes a Velazquez pintando un cuadro en mitad de de una plaza de un pueblo y aceptando sugerencias? Coño, Velazquez, ponle una paleta más OCRE, dale más luz por aquí, espera que ese caballo está muy gordo. ¿Y al Greco? A ver, Domenico, cojones, mira que te sale todo el mundo delgado, hazlos más regordetes que si no te queda muy feo. ¿Y se imaginan en este «What if» cultureta que les hubieran hecho caso? ¿Qué tendríamos ahora? La mediocridad hecha arte.
Uno de los dramas de la puta web 2.0 y de las jodidas redes sociales, es que todo el mundo tiene una voz y un voto y no sólo se cree con el derecho a ejercerla, si no que si no acatas sus imposiciones no tardan en tacharte de fascista. Y eso no está bien visto.
Todo el mundo habla, todo el mundo opina y no, va a ser que todas las jodidas opiniones ni son válidas ni son iguales. Porque no vale lo mismo la opinión de un médico que la opinión de una señora (respetabilísima) que todo contacto con la medicina han sido los ungüentos mágicos con tomillo y clara de huevo y las friegas de alcohol con miel para los dolores musculares. No.
Ni tampoco vale lo mismo la opinión de una persona centrada y equilibrada, que la opinión de un fan. Porque un fan puede ser cualquier cosa, pero desde luego es muy difícil que resulte imparcial.
Además, luego están los que se van a pegar medio ciclo de desarrollo «flameando» los foros oficiales con hilos titulados como «Cosas que deberían estar en el juego»; que el día que salga se lo bajarán (de la estantería) para ser los primeros en ponerlos a parir antes de que el juego llegue a las tiendas independientemente de si sus sugerencias se han introducido en el juego o no. Creo que todos conocemos ese perfil.
Y es que si los señores que hacen los videojuegos comienzan a hacer caso a «las comunidades» y a los foros, así, de manera general, lo que nos va a seguir llegando es un montón de mierda «para todos los públicos» sin «target» específico que al final no va a gustar a nadie como ya comentábamos recientemente en otro artículo.
Y si decides escuchar y ser selectivo, al final, estás duplicando tu trabajo de manera innecesaria porque de manera inconsciente vas a terminar haciendo caso a aquellas voces que son más similares a la tuya. Así que ¿para qué escuchar?
Ojo, yo no digo que las comunidades no deban aportar ideas. De hecho es bueno y sano y fijo que ayuda a los desarrolladores que más de una vez pensarán «coño, no se nos había ocurrido» pero las comunidades deben de entender que su palabra no es axioma y que los que hacen el juego no son ellos.
No deberían participar en la crítica del videojuego mientras este se desarrolla, porque creo que las grandes obras siempre vienen acompañadas de libertad creativa total y absoluta. ¿Se imaginan que alguien le hubiera dicho a Fumito Ueda que en ICO resultaba muy pesado hacerse cargo de la niña? ¿O que por qué no había más armas a parte del palo? ¿O por qué los únicos enemigos eran las sombras? Es ponerse a pensar en el resultado y la cosa da escalofríos.
Ahora mismo veo en mi cabeza al niño de los cuernos con dos Uzis en modo akimbo, disparando en tiempo bala a marines híper vitaminados mientras recibe ayuda de su amiga, esa que va en un bikini ajustado y usa un látigo láser y claro, me quiero de morir.
Y es que una obra, tiene que ser la obra de su creador. Enfocada para un target determinado del mercado, como comentábamos hace poco, pero sobre todo tiene que ser una obra personal. Eso es lo que hace grande a un Fable, un Metal Gear Solid, un ICO o un Quake. Que son obras con padre y madre y que estos los parieron como a ellos les salió de las narices sin tener que escuchar a nadie. (Imposiciones mercantiles aparte, claro está)
Por eso me alegro cuando los señores al cargo de Diablo, le dicen a su comunidad; «mira, va a ser que no». Este es mi juego, si no te gusta porque no se ve suficientemente oscuro no te lo compres y ya está. O el modo en que los señores del «Eve Online» tratan de revolucionar anualmente el género de la Sci Fi online masiva introduciendo nuevas mejoras que por supuesto nunca son del agrado de inmovilistas de alto rango y rancio abolengo estadístico.
Es preocupante ver que a medida que alcanzamos la «socialización» digital y se pone de moda que los «fans» opinen y aporten cosas; tenemos cada día más y más juegos completamente impersonales en las estanterías, que ni fú ni fa, los juegas los olvidas y nunca más te acuerdas de ellos. Lo cual es una pena, porque es como si TODA la industria cinematográfica se redujera a Jerry Bruckheimer y compañía, tratando de hacer productos para «todo el mundo». Productos que por cierto yo también consumo, como un Gears of War o un Infernal; que finalmente resultan agradables, pero que no evolucionan en absoluto el medio.
El creador ha de ser valiente y equivocarse o acertar con sus decisiones y las de nadie más; y si se ha equivocado aprender de sus errores; precisamente tratar de no equivocarte nunca en la vida e intentar satisfacer a todo el mundo; es el camino más rápido hacia la más absoluta mediocridad en la que por cierto, parecemos estar instalados.
Soy consciente de lo romántico de la propuesta y de que esto cada vez tiene que ver menos con las ganas de hacer una gran obra y más con la necesidad de encontrar una IP rentable económicamente que justifique inversiones tan grandes, pero también estoy convencido de que las grandes IP’s que disfrutamos hoy en día (en especial los que se las llevan crudas con ellas) nacieron de la manera que comento y es precisamente el enfoque meramente mercantil el que las está matando.
Así que en mi opinión, señores desarrolladores, cuando hagan su juego no nos hagan caso, un 90% no sabe de qué cojones habla y el 10% restante es muy posible que estemos equivocados, a fin de cuentas los que hacen el juego son ustedes y nosotros, no tenemos ni puta idea, si no estaríamos ganándonos la vida haciendo juegos y no muriéndonos de hambre hablando de ellos.