DEATH TO SPIES
Los que me sufren en Twitter no recibirán este post con sorpresa, si no con hastío. Pero allá vamos igualmente.
El caso es que recientemente me encontraba dubitativo y sudoroso tras rendirle tributo a onán y una idea asaltó mi cabeza ¿Reinstalo uno de los HITMAN? Todo parecía indicar que iba a terminar la tarde corriendo en pelotas por el pasillo de mi casa hasta la estantería para hacerme con una de las copias de uno de los juegos del calvo nº 47, pero en seguida dentro de mi surgió otra duda ¿No se habrá hecho algo mejor en todos estos años y yo no me habré enterado?
Porque como el último Splinter Cell de sigilo tiene lo mismo que el Peggle de juego de estrategia histórica, al lo mejor, en algún lugar del mundo puede que hubiera salido un buen juego de sigilo y yo no me hubiera enterado. Pero claro eso supondría que yo, un onvre que vive de la actualidad videojueguil, que está todo el día con Kotaku en pantalla dándole al F5 para ser el primer blog de los 100 de España en copiar su contenido, que está tan a la última que sabe lo que va a desayunar Cliffy B. veinticuatro horas antes de que lo ingiera…. YO, tenía que haber pasado por alto que había salido un juego de un género que me gustaba y que encima ese juego era bueno y había pasado desapercibido. ¡¡JA!!
Pues efectivamente.
Death to Spies es hoy en día, lo que HITMAN fue en su día y mucho más; aderezado con unos toques de estrategia tipo Commandos. Y hasta aquí la descripción breve.
Y ahora vamos con la larga; Death to Spies es un juego en tercera persona de infiltración y sigilo, ambientado en la segunda guerra mundial, jodidamente difícil y desesperante; que cuenta con el realismo como una de sus mayores bazas y en el que nos ponemos en la piel de un espía que hará todo lo posible para infiltrarse en las filas Nazis y sabotear en la medida de lo posible las huestes del Führer, que como todos sabemos era maricón y quería crear un mundo sólo lleno de tiernos efebos altos rubios y fornidos, por lo que decidió gasificar a todos los judíos que eran feos, grasientos y muy parecidos a Roberto Benigni. (Esto lo puedo decir aquí, pero si pones cosas de este estilo en Twitter al parecer te echan de El País)
Para llevar a cabo nuestras tareas de sabotaje, contaremos al principio de la misión con unos pequeños instantes de tranquilidad escogiendo el equipo que vamos a usar en la misma. Ya les aviso, si se dedican a coger granadas y a usar las metralletas el juego, al igual que pasaba con Deus EX (Y con los Hitman), es una puta mierda bastante importante; IA lamentable, momentos bochornosos, gunplay cutre salchichero… pero obviamente, al igual que en la obra de Spector y Harvey Smith; el juego no quiere que lo juegues así y tu castigo es que te aburras.
Sin embargo, si lo tuyo es el cloroformo, el cuchillo por la espalda, la pistola con silenciador, esconder los cadáveres, disfrazarte de sargento, hacer ruido para variar las rutas de patrulla de los enemigos, robar vehículos, documentos, abrir cajas fuertes mientras tratas de controlar tus nervios, raptar personas y en general tratar de pasar desapercibido mientras el puto mundo se hunde delante tuyo y tú tratas de silbar con disimulo la canción del puente sobre el río Kwai, desafiando a una de las mejores IA’s programadas a tal efecto; este es tu juego.
Porque el juego, jugado como debe de ser jugado, es una jodida maravilla, así de sencillo. Las patrullas se mosquean cuando estás haciendo algo sospechoso; si detectan un muerto dan la señal de alarma y se ponen en alerta a buscarte (qué gracia cuando tú estás a dos kilómetros de un cuerpo que pensabas que habías dejado bien escondido y lo detecta una patrulla y da una señal de alarma haciendo que el número de Nazis mosqueados en altera se incremente en un 100%), estos reaccionan de manera diferente en función del «disfraz» que lleves puesto (que obviamente antes habrás recogido del cuerpo de un sucio Alemán Nazi); no genera la misma alerta matar a un fulano con un cuchillo que usar un arma con silenciador; los enemigos tienen conos de visión y de audición y primero reaccionan yendo a visitar una zona e investigando aquello que les ha llamado la atención y después si ven algo sospechoso dando la alarma para solicitar ayuda.
El juego pide calma; que estudies las patrullas con los prismáticos y que actúes en cada momento de manera rápida y contundente; cosa que en ocasiones un interfaz algo «torpedo» no te permite aunque a la larga te haces con él.
El tema es que después de comprarlo en STEAM y probarlo a fondo, cuando empecé en Twitter a comentar sus bondades, me preguntaron cuál era el precio y un usuario me comentó que el juego lo había traído a España FX interactive, con su caja y su manual como Dios manda a buen precio. Contacté con ellos para saber si su versión llevaba algo especial; esto es lo que me contaron:
Además del habitual trabajo en doblaje, edición de manuales, etc… se ha retocado la dificultad porque el juego era imposible en nivel medio. (los nazis te “olían” irracionalmente a 1 Km de distancia) También se ha mejorado el acabado gráfico usando el motor de la segunda parte, se han tocado muchas cadenas de textos para mejorar la información mostrada en pantalla… en fin, el productor del juego que ha llevado DTS se ha dejado un pedacito de vida, en serio. Lamentablemente estos esfuerzos no se traducen en más ventas.
En definitiva, yo solo les puedo contar que el juego es cojonudo, la edición de FX no la he visto, así que ni idea pero a 9,95 euros y si han hecho ese esfuerzo en localización y demás… qué quieren que les diga.
Por último sólo decirles que llevo tres misiones que por ahora me han llevado hacer unas 12 horas. De esos juegos que saboreas despacito pero que dejan un sabor de boca inmejorable.